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UC - Críticas

País: Israel.

Año: 2013.

Duración: 110 min.

Género: Thriller.

 

Dirección y guion: Aharon Keshales y Navot Papushado.

Producción: Leon Edery, Moshe Edery, Tami Leon, Chilik Michaeli y Avraham Pirchi.

Música: Haim Frank Ilfman.

Fotografía: Giora Bejach.

Montaje: Asaf Korman.

Dirección artística: Arad Sawat.

Vestuario: Michal Dor.

Distribuidora: Filmax.

 

Estreno en España: 21 Mayo 2014.

 

Interpretación: Lior Ashkenazi (Micki), Rotem Keinan (Dror), Tzahi Grad (Gidi), Doval’e Glickman (Yoram).

 

LA CABAÑA DE LOS LOBOS

'Big Bad Wolves' es un refrescante y violento thriller con bastante humor negro que nos llega desde una cinematografía tan desconocida en nuestras pantallas como es la israelí y que ha conseguido la meta del estreno en salas gracias a que a principios de año fue catalogada por el director Quentin Tarantino como al mejor película que había visto en 2013. Muchos nos hemos acercado a este film tras sus palabras, buscando lo que l'enfant terrible de Knoxville descubrió en ella. Una vez vista, no se puede decir otra cosa que su afirmación es comprensible, tanto el estilo como la crueldad sarcástica que se desprende de este producto entorna perfectamente con su cine y formaría una estupenda sesión doble con una revisión de su ópera prima 'Reservoir Dogs' (1992).




SINOPSIS: “Big bad wolves” es un thriller de venganza con toques de comedia negra. Una serie de brutales asesinatos entrelaza la vida de tres hombres: el padre de la última víctima, sediento de venganza; un detective de policía que opera en los límites de la ley; y un profesor de religión, principal sospechoso de los asesinatos.


 

'Big Bad Wolves' no es apta para todos los públicos, su extrema violencia la convierte en una especie de torture porn donde el terror puro se trasviste como una comedia salvaje con dosis de suspense. Y el invento funciona. Las casi dos horas de proyección mantienen enganchado al espectador en una sucesión de atrocidades que aumentan in crescendo con la aparición de cada nuevo personaje, en una suerte de tiovivo de los horrores, donde los momentos de mayor carga dramática se saldan con inesperados golpes de humor balsámico. Un conjunto extraño y atrayente, malsano y divertido, filmado con sobriedad y con un sótano como escenario estrella de la brutal función.


 

'Big Bad Wolves' plantea una situación extrema que nos recordará a la reciente y excelente 'Prisioneros' (Denis Villeneuve, 2013), pero aquí no se busca plantear un complejo diálogo moral con el público, tan sólo mostrar el desapego a esa moralidad de sus personajes en un juego malévolo donde el espectador participativo encontrará sus propios límites. 'Big Bad Wolves' tiene título de cuento macabro, con moraleja pesimista, donde los lobos se comen a Caperucita y los cazadores no vienen a salvarla, sino a comerse a los lobos para saciar su propia violencia interna. Más allá de posibles lecturas, lo que importa en la película es el gozoso disfrute que produce a quien entre en su juego y cuya sensibilidad sensorial no sea demasiado aprensiva.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER